En Rizzoli lo sabemos bien y por eso hemos aprendido a moldear la materia que satisface todas las exigencias del mercado. Como ocurre con los arquitectos, que hoy nos traen sus diseños para hacerlos realidad.
Los productos a medida de Rizzoli son el máximo exponente de nuestro potencial. No tienen nada de convencional. El cliente puede elegir la forma, la altura, las dimensiones, el acabado, los colores, los detalles y los accesorios para disfrutar de un producto único.
Nos regimos por un solo criterio: la calidad.
Los productos a medida son el máximo exponente de nuestro potencial.
El camino que termina en la creación de un producto a medida arranca con la inspiración creativa, de una forma o simplemente de una idea.
Gracias a la labor de los interioristas y los técnicos especializados de Rizzoli, el cliente puede seguir el desarrollo de su idea hasta el último detalle, sea estructural o estético.
Una vez que se concreta el boceto definitivo, se procede a realizar el producto. Para esto, Rizzoli recurre a sistemas de diseño CAD 2D y 3D, así como a sofisticados programas de representación y desarrollo CAM, gracias a los cuales es posible producir cada una de las piezas de las cocinas de leña a medida.
Una vez que se definen las piezas mediante los programas informáticos, el proceso continúa en modernas instalaciones tecnológicas de mecanizado de chapa metálica, que gozan de un nivel de precisión único.
Los artesanos del taller de Rizzoli desempeñan una labor importantísima. Con su pasión, experiencia y esmero obstinado, llevan a cabo docenas de procesos manuales que garantizan creaciones únicas y cuidadas hasta en el más mínimo detalle.
Los artesanos del taller de Rizzoli destacan por su entusiasmo, experiencia y esmero obstinado.