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La cocina de leña es un aparato de combustión de uso doméstico que tiene una doble función: cocinar alimentos en la placa radiante o en el horno y calentar el entorno en el que se encuentra instalada. El combustible que suele utilizarse es la leña, que debe cortarse al tamaño adecuado y secar antes de usarla. A veces se permite el uso comedido de carbón y briquetas de madera.
La termococina es un tipo de cocina de leña que incorpora una caldera para funcionar también como generador de calor en una instalación de calefacción termohidráulica. Por consiguiente, además de cocinar alimentos y calentar la estancia, permite calentar toda la vivienda y disponer de agua caliente sanitaria.
La estufa es un aparato de combustión de uso doméstico que permite calentar el entorno en el que se encuentra y, en algunos casos, puede incorporar un horno para cocinar alimentos.
La termoestufa es un tipo de estufa de leña que incorpora una caldera para funcionar también como generador de calor en una instalación de calefacción termohidráulica. Por consiguiente, además de calentar la estancia en la que se instala (y cocinar alimentos en los modelos con horno), permite calentar toda la vivienda y disponer de agua caliente sanitaria.
Comparando varios combustibles de biomasa tradicionales (pellets, virutas de madera y leña) ha quedado demostrado que la leña es claramente el combustible más económico, no le afectan las fluctuaciones de los mercados internacionales, siempre está disponible, a menudo a poca distancia del usuario, y contribuye al ahorro energético, a la economía local y a la balanza comercial nacional.
En general, los productos Rizzoli están diseñados para utilizarse con leña. Está permitido utilizar briquetas de madera o carbón, siempre con moderación y de manera esporádica. Está prohibido utilizar otros combustibles, ya que puede ser perjudicial para la salud, el medio ambiente y el propio aparato.
Los ladrillos refractarios de calidad que se emplean en los productos Rizzoli permiten alcanzar una temperatura de combustión más alta. Gracias a esto, se produce una combustión mejor y más eficaz. Además, si se combinan con una placa radiante de acero, permiten cocinar rápidamente los alimentos y mantener el calor residual cuando termina la combustión. Desde el punto de vista del mantenimiento, los ladrillos refractarios son preferibles al hierro fundido porque producen menos tensiones de origen térmico en los aparatos y garantizan la fiabilidad y la posibilidad de reparación al cabo de los años.
No, en absoluto. Rizzoli, que cuenta con una trayectoria centenaria, no deja de evolucionar y renovarse para ofrecer productos con todos los avances tecnológicos que permiten mejorar su funcionamiento y su fiabilidad a lo largo del tiempo. La especial atención por el diseño y el acabado, así como el cumplimiento de las normativas de referencia, incluidas las más estrictas impuestas por los países europeos, convierten a los productos Rizzoli en un ejemplo de innovación a la vanguardia del sector.
Antiguamente, en las casas solo había una cocina de leña para cocinar y hoy puede seguir siendo así. Sin embargo, la solución más cómoda y recomendable consiste en combinar la cocina de leña con otros electrodomésticos específicos. De este modo se evitan las restricciones de uso y se puede disponer de una superficie de cocción mucho más amplia y versátil. Las zonas de cocción pueden diferenciarse de manera óptima para hacer que la cocina se asemeje a las cocinas profesionales.
Por lo general, se hace una prueba en la cocina de leña con una carga predeterminada que debe mantener la combustión durante cerca de una hora. Esta debe ser la duración de la carga en condiciones normales de funcionamiento. En realidad, la duración de la carga de leña depende mucho de las condiciones reales de instalación y de uso, en particular del tiro de la chimenea, así como de la calidad, la cantidad y el tamaño de la leña empleada. Por consiguiente, el usuario tendrá que decidir cómo y con cuánta leña recargar la cocina en función de su experiencia y del efecto deseado.
En primer lugar, hay que destacar que las cocinas de leña también deben superar ensayos de certificación concretas en lo que respecta al horno. Esto es aplicable a todos los productos Rizzoli. Los requisitos fundamentales para que la cocción se lleve a cabo de la mejor manera son que el aparato esté bien limpio, incluidos conductos internos, que la chimenea tenga un tiro adecuado y que se garantice el flujo de aire correcto en el aparato. Para que el horno se caliente rápidamente, se recomienda utilizar leña de buena calidad y cortada en trozos pequeños para que se genere una llama potente.
Desde julio de 2007, en Italia es obligatorio que todos los aparatos que funcionan con combustible sólido lleven la marca CE según la normativa de referencia, que exige realizar y superar una serie de ensayos en un producto de muestra, representativo de la producción en serie. El encargado de realizar estos ensayos debe ser un laboratorio externo autorizado ajeno al fabricante, bajo el estricto control de organismos de inspección. Tras obtener los informes de certificación, el fabricante deberá colocar la placa CE con una serie de datos técnicos obligatorios (potencia, rendimiento, CO, distancia de seguridad, etc.), que coincidirán con los comprobados en el laboratorio. Si no lleva esta placa, el producto no cumple con la norma. Los fabricantes que reúnan los requisitos pueden entregar una declaración de conformidad con los datos técnicos y la referencia del laboratorio de ensayo. La entrega de esta documentación también permite distinguir claramente la solvencia del fabricante y la marca.
Los productos Rizzoli están disponibles en muchos modelos y ofrecen muchas opciones y posibilidades de personalización, cuyo coste se indica en una lista de precios fijos que no está a disposición del público. Puede solicitar el asesoramiento de nuestro personal, que cuenta con preparación específica, para que le explique todas las variantes y opciones que pueden hacer variar el precio. Por consiguiente, se recomienda dirigirse a un punto de venta especializado para recabar la información necesaria y realizar el pedido. Nuestros representantes locales están a su disposición para facilitar indicaciones útiles sobre la red comercial, pero también es posible ponerse en contacto con nuestro departamento comercial en horario laboral o a través de la página web.
En los mejores distribuidores de Rizzoli suele haber algunos productos en exposición; sin embargo, no siempre se podrán ver todos los modelos ni todos los acabados disponibles. En cualquier caso, recomendamos ver de cerca los productos para comprobar la calidad de los acabados y de los materiales utilizados. La calidad de los acabados y de los materiales, que marca la diferencia, no puede percibirse en los catálogos o viendo la página web por Internet. Existen otras oportunidades para ver y tocar los productos Rizzoli, como las principales ferias del sector en las que esta empresa participa , visitando los expositores itinerantes de Rizzoli en una de sus etapas que pueden consultarse en la página web, o acudiendo a la sede de San Lugano - Trodena nel Parco Naturale (BZ), donde encontrará muchos productos en exposición, con toda la producción bien representada, así como las variantes y los acabados disponibles.
La mejor manera de comprar un producto Rizzoli es dirigirse a uno de los múltiples puntos de venta repartidos por todo el territorio y, si procede, ponerse en contacto con el representante local para averiguar cuál es el más próximo o el más indicado. Se puede así contar con los profesionales a los que debe dirigirse para realizar la instalación y obtener asesoramiento.
Los productos Rizzoli son especialmente resistentes y fiables a lo largo del tiempo, no tienen que revisarse ni requieren ningún mantenimiento especial. El sistema de calidad de Rizzoli está especialmente diseñado para evitar la intervención del servicio posventa en la medida de lo posible. Asimismo, todos los componentes que podrían sufrir roturas o desgaste se sustituyen con facilidad y sin necesidad de personal especializado, gracias a la ayuda de fichas técnicas y al asesoramiento directo de los técnicos de Rizzoli. Para pequeñas reparaciones puede dirigirse directamente a los distribuidores. La intervención directa de los técnicos de Rizzoli solo se requiere en los casos excepcionales en los que se precise una intervención importante.
Para simplificar el procedimiento de compra y envío, los recambios y accesorios pueden adquirirse en el distribuidor en el que se compró el producto. Si el recambio no se encuentre disponible en el distribuidor, se tendrá que pedir directamente al fabricante. Para determinar las piezas de recambio que se necesitan, es fundamental especificar el tipo de recambio, el modelo de referencia, el año de compra y el número de serie del producto, que lo identifica de manera exclusiva.
El número de serie aparece en la documentación original de compra (confirmación de pedido, documento de transporte y factura), en el certificado de garantía y el libro verde. En la cocina de leña el número se indica en la placa CE, normalmente situada en el lado exterior del cajón de leña. En los modelos más antiguos puede encontrarse en la parte superior del zócalo y queda visible cuando se quita el cajón de leña.
También en este caso, la mejor manera de averiguarlo es dirigirse al distribuidor en el que se compró el producto. Si estuviera desprovisto, podrá ponerse en contacto con el departamento comercial de Rizzoli para hacer directamente el pedido.
Casi todas las cocinas y termococinas de leña Rizzoli ofrecen la posibilidad de situar la salida de humos a la izquierda, en lugar de a la derecha. En general, es una opción que no comporta ningún gasto para el cliente. En el caso de los productos de serie con preinstalación de salida de humos a la derecha o a la izquierda, habrá que definir la deseada en la fase de instalación. En la mayoría de las cocinas, la posición de la salida de humos determina su tipo de construcción y debe establecerse de forma precisa en el pedido.
La campaña extractora es un complemento importante de cualquier cocina moderna y funcional. Por supuesto, puede combinarse con la cocina de leña, pero no todas las campanas disponibles en el mercado son válidas. Es necesario elegir una campana idónea, que pueda soportar el calor que despide la placa radiante. Desde este punto de vista, se considera fundamental que no tenga parte externas de plástico y que disponga de filtros de acero inoxidable y de componentes internos adecuados. Rizzoli es especialista en la realización de campanas expresamente diseñadas para este uso. También fabrica campanas a medida según las especificaciones del cliente.
Sí, la gama de productos Rizzoli incluye muchas combinaciones y cocinas monobloque con electrodomésticos. Se puede elegir entre los electrodomésticos que propone Rizzoli, a juego con los acabados estéticos de las cocinas, pero también pueden comprarse por separado. En este caso, habrá que suministrar a Rizzoli los electrodomésticos elegidos o proporcionar las fichas técnicas para practicar los orificios de instalación.
En la medida de lo posible conviene evitar salidas de humos distintas porque puede que no garanticen las prestaciones para las que se ha diseñado y certificado el aparato. No obstante, en algunos casos es necesario a causa de las condiciones del lugar de instalación; por tanto, es posible fabricar un producto personalizado que cumpla las normas tras verificar su viabilidad.
Rizzoli es especialista en el diseño de cocinas personalizadas en función de las necesidades y preferencias del cliente. La línea de cocinas personalizadas prevé la fabricación de cada elemento con arreglo a los requisitos específicos del cliente, con esmero artesanal y máxima atención a los detalles. Incluso en el caso de las cocinas de serie R y, en menor medida, de la serie S, las cocinas pueden personalizarse en función de las necesidades del cliente, gracias a la posibilidad de controlar todos los aspectos de la producción y a una organización volcada en satisfacer las exigencias del cliente.
Las cocinas de leña también sirven para calentar, por lo que es normal que despidan calor. Cuando haya materiales inflamables o sensibles al calor cerca de la cocina, hay que mantener la distancia de seguridad o instalar un sistema de protección contra el calor para evitar problemas. Las distancias de seguridad varían en función del modelo y se indican en el folleto de instrucciones y en la placa situada en el aparato. En la gama de productos Rizzoli existen cocinas de leña que se pueden instalar entre muebles y que no requieren el uso de dispositivos adicionales de protección contra el calor.
Para el funcionamiento de la cocina de leña se necesita oxígeno y, por tanto, se requiere aire para alimentar la llama. Si el aire procede del lugar de instalación, debe existir una toma de aire para que el mismo circule y se renueve de manera constante. Todos los modelos de cocinas y termococinas de leña Rizzoli pueden conectarse directamente a una toma de aire exterior específica. Esto permite prescindir de la existencia de una toma de aire abierta en el lugar.
En general, no es obligatorio que la cocina esté directamente conectada a una toma de aire exterior. Si se quisiera instalar la cocina en una vivienda de bajo consumo energético, en la que esté prohibida la presencia de una toma de aire exterior libre en el local, la conexión directa de la cocina de leña a la toma exterior permitiría resolver el problema.
Existen dispositivos mecánicos específicos que permiten la entrada de aire del exterior solo cuando se produce una depresión de aire en el interior del local, es decir solo cuando sea estrictamente necesario. Además, la mayoría de los modelos con toma de aire exterior incorporan una compuerta para regular el flujo de aire.
Rizzoli propone dos tipos de personalización en determinados productos de serie. La primera solución se denomina “doble chimenea” y permite que el humo que genera la cocina circule directamente desde la cámara de combustión hasta el interior de una estructura radiante, creada de forma expresa por un experto fumista y situada en un local adyacente. La segunda solución, denominada “caldera de aire”, permite enviar a otro local el aire caliente generado en el interior de la cocina de leña mediante un sistema de ventilación controlado por la misma.
Para que funcione de forma óptima, la salida de humos debe tener unas medidas idóneas en función del modelo de cocina y de las condiciones de instalación: no debe ser demasiado pequeña ni demasiado grande debiendo garantizar el tiro correcto en cualquier condición. En general, la salida de humos debe ser ligeramente más grande (2-3 cm) que el tubo de la cocina de leña y tener una altura mínima de 4-4,5 metros.
En este caso, es casi seguro que existen condiciones ajenas al aparato que no permiten que funcione correctamente. Por este motivo, es preciso analizar todo el recorrido del aire y la posterior transformación en humo: desde la toma de aire del local hasta los conductos de entrada en la cocina de leña, los giros del humo en el interior del aparato, la conexión a la salida de humos, la propia salida de humos y el sombrerete.
Los problemas de tiro durante el encendido podrían depender de las condiciones atmosféricas. Pueden ocurrir con baja presión o determinadas corrientes de aire. También podría ocurrir si la chimenea está sobredimensionada. Cuando es demasiado grande, la chimenea tiene dificultad para calentarse y, por tanto, para funcionar bien. En este caso es aconsejable utilizar tubos más adecuados para la salida de humos.
Es posible, aunque debe hacerse con mucha cautela, ya que podría ser peligroso. Deberán emplearse compuertas que no se cierren herméticamente y que garanticen siempre abierto un paso interior mínimo de seguridad de al menos 20 cm. Si fuese necesario, se recomienda utilizar válvulas adecuadas para limitar el tiro.
En principio, se recomienda utilizar siempre tubos rígidos y bien anclados para evacuar el humo. El uso de tubos corrugados está estrictamente prohibido en este caso. Deben emplearse tubos expresamente diseñados para este uso que tengan la superficie interior lisa.
La salida de humos de la cocina de leña debe ser de material resistente a temperatura elevadas y que garantice la seguridad. No es obligatorio que sea metálico, aunque en este caso ofrece la ventaja de poder certificar su correcta ejecución. Además, una salida de humos metálica suele requerir menos mantenimiento.
Es aconsejable hacerlo cuando la salida de humos esté sobredimensionada con respecto a las necesidades concretas y cuando tenga una sección cuadrada, ya que su mantenimiento resulta más difícil. Si la sección es demasiado grande, podrían producirse problemas de encendido, el tiro podría ser insuficiente y podría ser necesario limpiar la chimenea con mucha frecuencia.
Si la salida de humos tiene una sección demasiado pequeña, es inadecuada para el aparato impidiendo su correcto funcionamiento. En estos casos, la única solución consiste en alargar la salida de humos dando más altura a la chimenea para aumentar el tiro.
La potencia nominal corresponde a la potencia media efectivamente producida en algunos ciclos de funcionamiento en las condiciones definidas como nominales en un laboratorio de ensayo capaz de proporcionar condiciones constantes y regulares.
Donde el cliente será imposible reproducir de forma exacta las mismas condiciones, especialmente en lo que respecta al tiro de la chimenea, el tipo y la cantidad de leña utilizada. Esto no significa que el producto no vaya a funcionar bien, sino que con un a correcta instalación podría ofrecer unos resultados reales de potencia y rendimiento efectivo incluso mayores de lo declarado.
En general, el vaso de expansión se necesita siempre, pero no solo sirve para la termococina, sino para la instalación de calefacción porque permite que el fluido que contiene la misma varíe con el cambio de temperatura sin que se produzcan roturas. Cada circuito cerrado debe tener un vaso de expansión adecuado. El vaso de expansión puede ser de tipo abierto o cerrado. La elección del tipo de vaso de expansión incide en el montaje y en los requisitos de seguridad. Las instalaciones ya existentes deberían tener un vaso de expansión. En este caso, solo habrá que verificar su idoneidad y si es de tamaño adecuado.
Con vaso de expansión cerrado es más fácil de instalar y facilita la combinación con otros generadores de calor. En Italia está permitido instalar termococinas con vaso cerrado desde noviembre de 2006 de conformidad con la norma técnica UNI 10412-2. Para garantizar la seguridad, es obligatorio realizar un circuito auxiliar de descarga térmica que, en caso de emergencia, permita la circulación de agua fría por el interior de un serpentín situado dentro de la caldera del aparato. Para ello, es preciso adecuar expresamente la termococina. Las termococinas y las termoestufas Rizzoli están preparadas de serie para la instalación con vaso cerrado.
En general, se aconseja instalar los aparatos que funcionan con combustible sólido con un hervidor para producir agua caliente sanitaria. Además de producir agua caliente, esto tiene la ventaja de generar una reserva de energía térmica que permite acumular el calor excedente y posibilita un funcionamiento más dinámico de la instalación. En cualquier caso, la presencia del hervidor no es obligatoria. Rizzoli también produce los modelos de termococinas y termoestufas STP, STK y TSK, que ofrecen una función de producción directa e instantánea de agua caliente sanitaria y, por tanto, están específicamente diseñadas para instalarse sin hervidor.
Rizzoli suministra algunos esquemas de montaje genéricos, diseñados para ofrecer una indicación general acerca de su realización. Los esquemas se incluyen en el catálogo y el manual de instrucciones. Los esquemas genéricos no eximen de contar con un ingeniero térmico, que es el único capaz de diseñar con detalle la instalación más idónea, con todas las variantes y los dispositivos indicados o necesarios en cada caso particular.
Los aspectos que deben evaluarse son muchos, pero los dos fundamentales están relacionados con la facilidad de montaje y la producción de agua caliente sanitaria. Si no hace falta agua caliente sanitaria instantánea, si se puede y se desea colocar un hervidor acumulador y el montaje de la instalación de calefacción y agua caliente no supone ninguna dificultad, podría ofrecer más ventajas la versión estándar; de lo contrario, podría ser más conveniente elegir una termococina STP, una termococina STK o una termoestufa TSK.
Para impedir la formación de condensación dentro de la caldera es fundamental que la temperatura del agua no descienda por debajo de los 55–60 °C durante el funcionamiento del aparato. Por debajo de esta temperatura, la condensación podría dañar la caldera y perjudicar su duración a lo largo del tiempo.
En este caso, el ajuste correcto de la temperatura de circulación del agua podría ser insuficiente para garantizar que no se produzca el retorno de agua demasiado fría. Por tanto, se recomienda incorporar al circuito una válvula anticondensación especial para crear un by-pass controlado por la temperatura del agua. Así el agua fría de retorno se mezcla con el agua caliente cuando sea necesario.
Es muy difícil contestar a esta pregunta. Principalmente hay que tener en cuenta que según la altura del techo varía significativamente el volumen a calentar. También la altitud influye en gran medida en las necesidades energéticas: una vivienda en alta montaña necesita más calor que otra en un valle. También hay que conocer la calidad del aislamiento de la vivienda, su orientación, la presencia de calefacción en viviendas adyacentes que representan aspectos que afectar notablemente la demanda de calor real. Por último, siempre hay que considerar que los requisitos de cada persona en cuanto a confort pueden variar mucho en función de exigencias objetivas y subjetivas. Por todo ello, se requiere una valoración detallada de un ingeniero térmico para cada caso concreto sin hacer una serie de conjeturas sin conocer la realidad.
No todos los radiadores son iguales. La potencia absorbida depende del modelo, la altura y el número de elementos. Una vez que se define la potencia absorbida por cada elemento radiante, es posible conocer la potencia absorbida total. Para garantizar el correcto funcionamiento de la instalación, la potencia absorbida debe ser menor que la potencia nominal cedida al agua por el aparato o ligeramente más alta.
En una instalación de calefacción puede haber varios generadores de calor. Se trata de realizar una instalación adecuada. Cuando haya más de dos generadores de calor, la forma más sencilla de combinarlos es colocar un depósito de inercia (puffer) que acumule el calor. De esta manera, todos los generadores de calor calientan el agua del depósito de inercia, desde donde se obtiene el agua para calefacción y de uso sanitario.
Desde el punto de vista teórico, un suelo radiante no es distinto a una instalación tradicional con radiadores. La única particularidad del suelo radiante es que el agua podría circular a temperatura inferior a 40 °C. El agua a esta temperatura se considera demasiado fría para que circule directamente por una caldera de combustión, como la de la termococina o la termoestufa. Por consiguiente, debe incorporar un intercambiador o un sistema con válvulas de tres vías para lograr la circulación a temperatura diferente en la instalación y en la caldera.
Sí, puede utilizarse cuando se quiera, pero hay que tener en cuenta que una parte del calor siempre procede del agua de la caldera. Por consiguiente, este calor debe eliminarse para impedir que el aparato se caliente en exceso. Para su uso en verano, se recomienda elegir un aparato que permita regular la altura de la rejilla e incorporar un hervidor para agua caliente sanitaria que absorba el exceso de calor generado.